Año Nuevo 2011. La memoria de la digna rabia.
Allá en las comunidades zapatistas en Chiapas, el año nuevo se recibe siempre cantando, bailando, y compartiendo el café y las galletas de animalitos. Acá en la ciudad de Nueva York, el 2011 ha iniciado bailando la resistencia zapatista y memoriando la digna rabia, con champurrado y pan dulce.
Allá en las comunidades zapatistas en Chiapas, el año nuevo se recibe siempre cantando, bailando, y compartiendo el café y las galletas de animalitos. Acá en la ciudad de Nueva York, el 2011 ha iniciado bailando la resistencia zapatista y memoriando la digna rabia, con champurrado y pan dulce. El motivo y la inspiración atravesando tiempo y espacio vienen de allá, de los zapatistas, de los indígenas rebeldes en Chiapas, y del significado de celebrar con ellos un aniversario más, el número 17, del inicio de la rebelión armada que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) comenzó en contra del Estado mexicano el 1 de enero de 1994.
El primer
domingo de enero, el Brecht Forum en el bajo Manhattan, fue un espacio para
celebrar la resistencia y la digna rabia inspirada por los zapatistas. Las
convocantes fueron dos artistas, indígenas mexicanas, las Hermanas Elvira y
Hortensia Colorado, iniciadoras de la Compañía de Teatro Coatlicue Theater
Company, en Nueva York, y también fundadoras del grupo “New York Zapatistas”,
que en 1997, se hizo visible por sus actividades de apoyo y solidaridad con el
EZLN.
“Levantemos nuestras voces en este año nuevo en contra de las injusticias de los malos gobiernos compartiendo y celebrando nuestras historias y luchas con danza, música, poesía, teatro, video, arte ......” Esa fue la invitación, y así durante varias horas, propios y extraños, activistas, danzantes, músicos, contaron, cantaron y bailaron sus historias. También se vendieron artesanías y memorabilia zapatista. En diciembre de 1994, en un acto simbólico y de auténtica estrategia militar, los zapatistas rompieron el cerco del ejército mexicano y declararon la tercera parte de los municipios de Chiapas, como territorios rebeldes. Era el inicio de un largo y complejo proceso de reapropiación de los espacios, de los símbolos y de la memoria del pueblo mexicano, que es también indígena.
En 2011, al comenzar la segunda década de este milenio, una bandera roji negra, con las letras bordadas “EZLN”, y con la estrella de cinco puntas que representa la cabeza, las manos, los pies, y el corazón rojo que dicen los zapatistas, unen y forman un ser humano, fue uno de los símbolos que junto con las imágenes de mujeres indígenas con sus armas en la mano, colgaban de las paredes del Brecht Forum en el bajo Manhattan.
Al parecer, el rompimiento del cerco traspasó la frontera hace mucho tiempo. La lucha por defender la memoria y la dignidad que inspiró el EZLN, se ha diversificado y reapropiado en todo el mundo. En la ciudad de Nueva York, hay mexicanos artistas, músicos, pintores, danzantes, cantantes, escritores, activistas, fanzines, y hasta un mural zapatista. Y como la de los zapatistas, la lucha de los mexicanos en esta ciudad, es una lucha que utiliza el arte y la palabra para defender la memoria y la digna rabia.